Deporte, agua mineral natural y minerales
Cuando empiezan a subir las temperaturas, todos somos conscientes que nuestro cuerpo necesita hidratarse. Pero el agua debería estar presente durante todos los meses del año, sobre todo si somos deportistas.
Precisamente en los deportistas el agua tiene que ir muy vinculada a la aportación de minerales ya que dependiendo de la intensidad y duración del ejercicio se puede llegar a triplicar la necesidad de ingesta de sales minerales. Este factor es más acusado en verano, cuando las altas temperaturas favorecen la sudoración y eliminación de agua y minerales por sudor.
No hace falta dedicarnos al deporte de élite para necesitar hidratarnos, una actividad física de 30 a 60minutos al día ya es suficiente para que nuestro organismo vea afectado su rendimiento físico y capacidad de decisión.
Recomendaciones de hidratación
Seria ideal poder realizar nuestras actividades en horas frescas o en ambientes controlados, pero no siempre es posible y la altitud o la humedad ambiental siempre aumentan el porcentaje de deshdiratación.
La forma de ver si estamos haciendo una pauta correcta de hidratación es pesarnos antes de salir y al llegar del ejercicio. Cuanto menos peso perdamos ¡mejor! Pérdidas de 2-3kg de peso corporal o orina escasa y de color marrón pueden ser signo de deshidratación grave. Así que, si hemos sufrido alguna vez uno de estos síntomas, tenemos que dedicar más tiempo a nuestra hidratación.
La deshidratación y déficit de sales minerales en una persona activa afecta a muchas más estructuras corporales de lo que nos pensamos. Aquí os enumeramos un decálogo de algunas de ellas:
La deshidratación y déficit de sales minerales en una persona activa afecta a muchas más estructuras corporales de lo que nos pensamos.
- La deshidratación aumenta la fatiga muscular, ya que la mayor parte de agua en nuestro cuerpo está en nuestro tejido muscular.
- Cada 1% de peso corporal que perdemos, significará un 10% menos de rendimiento. Así pues, en una persona de 70kg, perder 700g, supondrá una pérdida del 10% de rendimiento físico; y perder 1400g le hará perder un 20% de rendimiento y así sucesivamente.
- La primera causa de calambres no es el déficit de magnesio ni potasio, sinó la deshidratación, y la segunda el déficit de sodio.
- La sangre pierde componente acuoso, lo que provocará que nuestro corazón tenga que trabajar más y por ello aumentará la frecuencia cardíaca.
- Con la deshidratación perdemos la capacidad de disipar el excesivo calor de nuestro organismo y nuestra temperatrua corporal aumentará, por lo que seremos más propensos a un golpe de calor.
- Si forzamos a nuestro cuerpo al mantenimiento del rendimiento, el cuerpo va a tener que esforzarse más para conseguirlo y la fatiga aparecerá con anterioridad.
- Aumentamos del riesgo de lesión ya que el músculo se vuelve más rígido y tiene más probabilidades de acabar rompiéndose.
- La deshidratación provoca confusión y/o pérdida de consciencia si se prolonga en el tiempo puesto que los nutrientes y el oxígeno no llegan con tanta fluidez al cerebro.
- Se empeorará la llegada de la sangre al estómago e intestinos, esta consecuencia puede provocar una pérdida de la capacidad de digestión y absorción tanto de los mismos líquidos como de los nutrientes que podamos aportar y se aumentará, por tanto, el riesgo de patología intestinal como diarreas, vómitos, acidez, punzadas intestinales,...
- Por último, aunque no menos importante, la deshidratación aumenta el riesgo de infecciones urinarias, estreñimiento, úlceras, dolor de cabeza, somnolencia y caídas. Todas ellas son consecuencias nada agradables para la práctica deportiva y agravadas por un déficit de sodio que es el mineral que le permite a nuestro cuerpo retener el agua corporal.
Y estas son solo 10 de los muchos efectos perjudiciales de la deshidratación y déficit de minerales en la práctica de la actividad física y esque, el agua, interviene en todos y cada uno de los procesos vitales de nuestro organismo por lo que deberíamos ser más cuidadosos con su ingesta.
Ingesta diaria de agua mineral natural recomendada
Por todo ello, se establecen unas recomendaciones generales de ingesta hídrica de 500ml por hora durante la actividad física. Pero esta cantidad es variable según sea invierno o verano y según seas hombre o mujer.
En verano, la media de necesidad de líquido por hora de una mujer suele ser entre 400 y 600ml. Pero en un hombre puede aumentar de 600 a 1000ml. Esta diferencia es debido a la mayor cantidad de masa muscular esquelética que tienen los hombres y, como hemos dicho, la mayor cantidad de agua la encontramos en el músculo.
Pero sino os veis capaces de corregir la deshidratación por vosotros/as mismos/as, no dudéis en contactar con un especialista en dietética y nutrición especializado en actividad física para corregirlo y daros las estratégias necesarias para que no vuelva a ocurrir.
Así que, tomemos tiempo en hidratarnos, para evitar todas estas consecuencias sobre nuestro organismo que, además, afectan directamente a la salud y rendimiento.