El agua y el ejercicio son una pareja indisoluble. El aporte de agua es importante en cualquier situación, pero cuando incrementamos la actividad física es necesario consumir más agua. porque el deporte produce, entre otras cosas, un aumento de la temperatura corporal y, por tanto, una mayor sudoración, lo que representa una pérdida de agua por la piel y por la respiración.
Mantener el equilibrio hídrico es clave para desarrollar cualquier actividad con éxito. Con una hidratación constante tanto antes, durante como después de la práctica de ejercicio nos aseguramos un mayor desempeño físico. Sin embargo, en la actualidad, existen algunas creencias erróneas que pueden llevar a no hidratarnos correctamente durante el ejercicio.
Con el objetivo de garantizar un buen rendimiento durante la práctica de deporte, se aconseja tomar agua antes , durante y después del ejercicio.
El consumo de agua durante el deporte
Hay muchas teorías acerca del ‘flato’ y existe la percepción errónea de que la ingesta de agua durante el entrenamiento es el principal detonante de este fenómeno. Se desconocen las causas exactas del ‘flato’, pero es una molestia que se suele atribuir a un aporte insuficiente de flujo de sangre en el diafragma y a una falta de oxigenación de los músculos respiratorios. No al consumo de líquido en la práctica de ejercicio físico.
Una hidratación regular al entrenar es fundamental para que el cuerpo realice sus funciones de forma óptima tras el desgaste físico. Una pauta válida de rehidratación es consumir cada 20 minutos unos 150cc –250cc de agua.
Cuál es la mejor agua para los deportistas
Hay la falsa creencia de que las aguas que aportan pocos minerales, el agua mineral natural de mineralización muy débil, son buenas para la práctica del deporte. Pero esto no es así porque al ejercitar el cuerpo no solo perdemos parte de nuestras reservas hídricas, sino que también disminuye la cantidad de minerales que tenemos. Nutrientes esenciales para mantener el correcto funcionamiento del organismo y evitar problemas como la fatiga, la deshidratación, etc.
Por esta razón y, con el objetivo de garantizar un buen rendimiento durante la práctica de deporte, se aconseja tomar agua antes , durante y después del ejercicio. Particularmente, para los deportistas, el magnesio cobra especial relevancia, porque interviene en el funcionamiento de los músculos y las funciones cardíacas.