Mantenernos hidratados durante la práctica de deporte
El aporte de agua es importante en cualquier situación, pero cuando incrementamos la actividad física su relevancia se multiplica, y más si hablamos de intensidad del ejercicio y la duración del mismo. Porque durante la práctica de ejercicio, perdemos agua y minerales durante la suduración. Cualquier acción que haga aumentar la temperatura corporal y, en consecuencia, los niveles de sudoración. Por ejemplo, jugar, andar a ritmo acelerado o correr, son actividades que pueden causar una pérdida de agua.
Una hidratación correcta es fundamental para una tener una buena salud siempre pero cuando se practica deporte, hay que prestar aún más atención a este factor. Para un adulto, los expertos recomiendan una ingesta de agua de alrededor de 2 litros diarios en condiciones normales. Pero para todos aquellos que practican deporte el nivel de hidratación es clave tanto antes, durante y después del ejercicio, no solo para evitar lesiones osteomusculares, sino también para tener un mayor rendimiento. Además, varios factores que influyen en la cantidad de agua a tomar, como la duración de la actividad física, las condiciones climatológicas y las características propias de cada individuo.
Agua en la práctica deportiva
Sin adentrarnos en el ámbito del deporte profesional, al hacer ejercicio es importante en cuenta las siguientes normas:Antes:
- Si el ejercicio dura más de una hora se recomienda beber antes de empezar unos 250 cc a 500 cc de agua, dependiendo del tipo de actividad física y de las características del individuo.
- Es importante que el agua esté a una temperatura de 10 a 15 ºC, que es cuando tiene más poder de rehidratación.
Durante:
- Cada 30 minutos de ejercicio es recomendable cierta rehidratación. En caso de ejercicio medianamente intenso una pauta válida es beber 150 a 250cc de agua cada 20 minutos.
- La temperatura ambiental puede aumentar los requerimientos hídricos y de minerales.
- Las condiciones climáticas deben tenerse en especial consideración. Por ejemplo, un clima más seco produce una mayor pérdida de agua en el organismo, mientras que en los climas húmeros esta pérdida es menor, pero el riesgo de sufrir un golpe de calor aumenta.
Después:
- Tras el ejercicio se debe reponer el líquido perdido, por lo que se recomienda una rehidratación constante para estabilizar la temperatura corporal, recuperar minerales y facilitar el proceso de recuperación del cuerpo.
Durante la práctica de deporte es bueno tomar agua mineral natural, ya permite reponer las pérdidas hídricas.