El agua, un elemento clave en el embarazo

La importancia de la hidratación durante el embarazo

Somos agua. Aunque puede variar según la edad y el estado de salud, entre un 50 y un 70% del peso de una persona adulta es agua y por ello, una buena hidratación es esencial. Además, el agua es indispensable para llevar a cabo distintas funciones fisiológicas básicas del organismo: hace posible el transporte de nutrientes a todas las células, contribuye a la regulación de la temperatura corporal, regula la tensión, colabora con la digestión y absorción de nutrientes y elimina los desechos. El agua lo podemos obtener a través de la bebida (alrededor del 80%) pero también a través del agua aportada por los alimentos (alrededor del 20%). Además, los alimentos nos aportan numerosos minerales fundamentales para el organismo, y para lograr las cantidades diarias recomendadas, el agua mineral natural tiene también su papel.

Aunque garantizar una correcta hidratación y un adecuado aporte de nutrientes es indispensable a cualquier edad, hay que destacar dos etapas en la mujer en las cuales cobra mayor importancia: el embarazo y la lactancia.

El agua mineral natural ayuda a prevenir el estreñimiento

Durante el embarazo se producen cambios fisiológicos y en el metabolismo necesarios para el desarrollo y la formación del nuevo bebé. La mujer embarazada aumenta de peso una media de 12 kg, siendo la mayoría del peso ganado a base de agua (se calcula que entre 6-9 litros de peso). Por una parte, cerca de un 90% de los nuevos tejidos y estructuras que se forman durante la gestación (placenta, feto…) son agua, y por ello el agua tiene una vital importancia en este periodo. Por último, ayuda a mantener el líquido amniótico y a prevenir síntomas comunes en esta etapa como el estreñimiento (mejora el tránsito intestinal), las infecciones de orina, la aparición de cálculos renales, así como la deshidratación secundaria al aumento de temperatura corporal o en caso de vómitos.

Como cerca de dos tercios de aumento de peso de la mujer embarazada son agua se aconseja incrementar la ingesta de líquidos al día al menos unos 300 ml. Esta cantidad varía también a lo largo del embarazo ya que a medida que avanza la gestación las necesidades de hidratación aumentan: durante el primer trimestre se recomienda beber entre 2 y 2’5 litros y durante el segundo y tercer trimestre alrededor de 3 litros.

El 90% de leche materna es agua, y la producción media estimada es de 600-750 ml de leche al día. Para satisfacer estas necesidades, y preservar el estado nutricional de madre e hijo, habría que aumentar la cantidad de ingesta de agua en unos 700 ml al día.

El agua en la lactancia materna

Otro momento crucial es la lactancia, que, aunque no hay evidencias de que el estado de hidratación o función renal en la madre lactante sean distintas (y por tanto las necesidades de agua son las mismas que en otra etapa de la vida) se debe añadir la cantidad de agua que se elimina a través de la producción de la leche materna. El 90% de leche materna es agua, y la producción media estimada es de 600-750 ml de leche al día. Para satisfacer estas necesidades, y preservar el estado nutricional de madre e hijo, habría que aumentar la cantidad de ingesta de agua en unos 700 ml al día, pasando a necesitar unos 2’7 litros de agua. Por ello, durante la lactancia y en el momento de amamantar se produce un aumento de la sensación de sed y de esta forma favorecer la ingesta hídrica.

Los minerales del Agua Mineral Natural

Por otra parte, es importante hablar de la función de los minerales en nuestro organismo, ya que intervienen procesos vitales como ahora la formación de huesos y la función cardiaca y muscular. Un aspecto que no debemos olvidar en estas etapas son las necesidades aumentadas de determinados minerales (también importantes para el correcto desarrollo del bebé), como ahora el calcio y magnesio. Los obtenemos principalmente a través de la dieta, pero es importante conocer que el agua mineral natural puede contribuir también a conseguir la cantidad diaria recomendada de algunos nutrientes. Cada agua mineral natural es única, con sus propios componentes, y leyendo las etiquetas podemos conocer la cantidad exacta de minerales que nos puede aportar. En el agua también hay presentes minerales, como si de un alimento se tratase.

En conclusión, el agua es clave para la vida humana. Los requerimientos de agua diaria en las mujeres adultas son de 2 litros, y de ellas cerca de un 80% se adquieren a través de la bebida. Sin embargo, cada etapa de la vida requiere unas puntualizaciones especiales y debemos prestar especial atención a cada una de ellas ya que los requerimientos de agua pueden ser diferentes, como sucede durante el embarazo y la lactancia. En ambos casos se recomienda consumir preferiblemente agua de mineralización débil, ya que, además de hidratar, contribuye al aporte de minerales esenciales y oligoelementos necesarios, en combinación con los alimentos.

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