Somos lo que comemos y bebemos, por eso la nutrición es tan importante para tener calidad de vida y un estilo saludable.
La dieta mediterránea contiene una gran cantidad de alimentos nutritivos y saludables, fáciles de combinar entre sí. Y, aunque en teoría todos sabemos comer de manera sana, hay cierta tendencia a incorporar alimentos grasos o altos en azúcares, muchas veces por desconocimiento de la composición de los productos. Eso conlleva a que el estilo de vida no favorezca a conseguir un equilibrio dietético.
Para llevar un estilo de vida saludable, debemos identificar cuáles son los primeros pasos que nos ayudarán a corregir los errores dietéticos más comunes:
- Planificar las compras y los menús semanalmente. Gracias a esta planificación conseguiremos comprar solo lo esencial y necesario.
- Limitar los platos precocinados o la comida rápida.
- Crear horarios para cada comida o snack. Al seguir una pauta de alimentación preestablecida, evitaremos en mayor medida el picoteo entre horas.
- Reducir el consumo de bebidas azucaradas y alcohólicas.
Utilizar el agua con inteligencia en nuestra dieta
El agua mineral natural es un gran recurso para nuestra dieta, ya que, además, de no aportar calorías, es función de su composición se puede contribuir a la ingesta de minerales como calcio y magnesio. Además, no afecta a nuestro peso.
Se recomienda el consumo de agua mineral natural en dietas adelgazantes o hipocalóricas, en las que se ingiere poca energía, por no tener calorías.
- El agua tiene un claro poder saciante, dado que al ser consumida ocupa un lugar en nuestro estómago. Ingerir unos 200ml – 300ml de agua 20 minutos antes de cada comida principal nos ayudará a atenuar el apetito. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el consumo de agua antes de las comidas solo contribuirá a la pérdida de peso, siempre y cuando se siga una dieta sana y equilibrada.
- Comer platos con un porcentaje de agua elevado, como las sopas, es un buen recurso para quienes deseen adelgazar. Las sopas de verduras elaboradas con agua mineral natural, por ejemplo, son fáciles de preparar, sabrosas y, sobre todo, nutritivas. Contienen todos los beneficios y vitaminas de las verduras, así como los minerales del agua.
- Al contrario de lo que se cree, beber agua durante las comidas no engorda. Es absolutamente recomendable y contribuye, además, a que la ingesta de alimentos sea algo menor. Por otro lado, muchas veces acostumbramos a acompañar las comidas con bebidas refrescantes, vinos y demás, añadiéndole calorías extra al organismo. El agua es muy versátil y se puede combinar con otros sabores, como, por ejemplo, el limón o las infusiones. Dos opciones con un gran poder saciante y que apenas aportan energía calórica.
El agua mineral natural es un gran recurso para nuestra dieta, ya que, además, de no aportar calorías, es función de su composición puede contribuir a la ingesta de minerales como calcio y magnesio.