Los cambios fisiológicos producidos por el estrés
Describir el estrés de forma breve es una tarea difícil, ya que son muchos los factores que pueden actuar como detonantes. Sin embargo, podemos considerarlos como una reacción natural del cuerpo y la mente a cualquier tipo de estímulo externo o interno que amenace a nuestro equilibrio fisiológico y psíquico.
Ante un estímulo o demanda que actúe de ‘estresor’, el cuerpo pone en marcha una serie de reacciones neurológicas, endocrinas, metabólicas y psíquicas para poder superar el agente ‘estresor’ y volver al equilibrio. El principal problema del estrés es la prolongación de la situación, que causa la saturación y sobrecarga de los mecanismos fisiológicos y el cuerpo termina sufriendo las consecuencias. Por esta razón, un estrés mantenido a lo largo del tiempo puede llegar a tener consecuencias nocivas para nuestra salud.
En situaciones de estrés se puede pasar de necesitar 1ml de agua por kcal hasta 1,5ml por kcal. ¡Un 50% más! Esto significa que hay que asegurar un buen aporte de agua siempre, y más cuando estamos estresados
Requerimientos hídricos en momentos de estrés
Ante esta realidad, diversos estudios han afirmado que la ingesta de agua puede ser de ayuda para suavizar los efectos perjudiciales de la ansiedad y el estrés, y recuperar el equilibrio interno. De hecho, afirman que tomar la cantidad de agua recomendada es beneficioso para reducir los niveles de estrés y mejorar el estado de ánimo. Por ello, si ya habitualmente es importante mantenernos bien hidratados, cuando estemos estresados es todavía más esencial.
A continuación, os dejamos algunos consejos prácticos para paliar las situaciones de estrés y liberar energía:
- Seguir una dieta equilibrada, evitando comidas copiosas, altas en azúcares o grasas saturadas, y beber agua de forma regular, aun cuando no tengamos sed.
- Practicar ejercicio moderado de forma regular, como el Yoga o el Tai-chi que incluyen además prácticas de relajación.
- Organizar mejor la rutina, que esta contenga unas 7h o 8h de descanso por la noche y una hora de tiempo para uno mismo.